Ha amanecido totalmente despejado, el día es radiante y primaveral así que aprovechamos para seguir con los trabajos del nuevo telescopio.
Mientras el Sol se elevaba en la mañana comenzaron a llegar las grullas. Cientos de ellas llegaban por el sur y cruzaban sobre nosotros con sus peculiares sonidos. Giraban, se elevaban y se turnaban en quién iba a la cabeza. Nos quedábamos embobados mirando el cielo que se iba llenando por oleadas.
Hacia el oeste las grullas jugaban con la Luna...
Pasaban sobre nosotros y se quedaban dando vueltas cerca del río.
Y cuando pensábamos que ya se había terminado... lo mejor estaba aún por llegar. Cientos y cientos de ellas aparecieron por el sur y por turnos, como si fuera una autopista, pasaron en formaciones y grupos organizados.
Tuvimos que obligarnos a seguir con TEDI porque se nos iba la mañana...
De nuevo retomamos las tareas con la música de las grullas acompañándonos.
Grupo en AstroHita observando galaxias